Hoy me han dado ganas de escribir al menos dos entradas
Vuelvo a observar la disciplina del Monje Católico Zen
Lo he conocido a lo largo de toda su vida y desde que era un jovencito, transitó por varios vicios, algunos de lo más feos, por ser un Eneatipo 7, llamado por La Monja; "Deleitante", cuando ello es una ironía magistral, de la manera como se lo suelen conocer a estos "Entusiastas": DILETANTES.
Ya hace largo tiempo el Deleitante dijo que sus últimos enemigos (también demonios) Belfegor y Belcebú, eran: el sedentarismo, el tabaquismo y el sobrepeso.
Respecto del sobrepeso, más o menos en 2014, comenzó su largo tratamiento interdisciplinario, por el cual bajó en esa empresa que requiere suma constancia: de 114 kg a 84 kg y ahí fue dado de alta, ya hace varios años y nunca más rebotó.
Respecto del sedentarismo no tiene planeado emprender esa gran guerra, por ahora, y en cuanto al tabaquismo, desde ayer que viene considerando, en base a lo que le hace sentir La Monja muy a menudo (rechazo visceral), que retomará otra vez su lucha contra el mismo, una vez más y como dicen en Alcohólicos Anónimos; lucha de todos los días, para que cuando se tenga una recaída, inmediatamente uno se levante y la retome una y otra vez, o hasta ganar la guerra de manera definitiva, antes lo ha hecho con el alcohol, la marihuana o con el mismo sobrepeso, que forman parte de la Gula y también la Lujuria como la fiesta y el juego (Asmadeo).
Así que el monje laico, desde ahora mismo, retoma su más antigua y peliaguda lucha, contra el tabaco. Conoce la técnica que mejor le sienta, pues se la enseño el Dr. Nápoli, en el Instituto Cardiológico de Córdoba, el que conoció más o menos en el año 2000, cuándo este era Director del Centro de Salud del Sindicato de Judiciales de la Provincia de Córdoba y ya en esos orígenes, Napoli le hablo de su especialidad en Tabacología, invitándolo a emprender un tratamiento que luego intento dos veces en el Cardiológico donde él médico se convirtió en Doctor con su tesis en el área.
Para fumadores permanentes como es él, la técnica comienza por empezar a fumar cada períodos exactos de tiempo. En su caso: cada media hora. Esta técnica esta adaptada por el propio Monje para su persona, pues no es exactamente la técnica del Doctor.
A medida que se internalizan los períodos de tiempo sin fumar, se van haciendo progresivamente mas distanciados hasta que uno logra fumar muy poco al día y es ahí cuando comienza a mentalizarse para el DÍA D. En que se realiza un determinado ritual y se deja el ultimo cigarrillo o armado.
A partir de allí comienza la verdadera abstinencia ascética.
Los 8 vicios. Entrada de un viejo blog
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